Cuando leí Sueños de Piedra supe que esta había sido una de las mejores lecturas del año, así que decidí que debía compartirla con vosotros. Ahora que estamos en la recta final del 2015, me gustaría hablaros de esta novela. Ahí os va, pequeños navegantes.
FICHA BIBLIOGRÁFICA
- TÍTULO: Sueños de piedra
- AUTORAS: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
- EDITORIAL: Nocturna
- Nº DE PÁGINAS: 573
- PRECIO: 16,50€
"Hay silencios que se alargan hasta la eternidad. Que duelen por cada latido que desgastan. Por cada cosa que no se dice, pero se guarda. Por cada cosa que se entiende de ellos. Por cada miedo que despiertan."
En el reino de Silfos, dos personas escapan a la aventura. Una para
hacer ver a su padre que es el digno heredero de la corona. Otra, para escapar
de la cárcel que la ha retenido durante años.
Arthmael es un joven con suerte.
Egocéntrico y vanidoso, era el hijo primogénito del rey de Silfos y, por tanto,
heredero de la corona del reino. Desafortunadamente, un hijo bastardo de su padre aparece en
palacio. Al haber nacido antes que él, a Arthamel se le niega la corona que ha
estado esperando tanto tiempo, y para demostrar a su padre que es digno
merecedor de ella, decide partir en busca de aventuras para rescatar a
damiselas en apuros y ser admirado por el pueblo.
En cambio, Lynne es una joven,
hija de un mercader, que quedó huérfana a los doce años y fue metida a la fuerza en un burdel, donde
pasó tres años, para ella interminables. Un día, cansada de ser un objeto y
ansiando la libertad, escapa del prostíbulo y de un crimen que se ha visto
obligada a cometer.
Los caminos de Lynne y Arthmael
chocarán, literalmente, y junto con Hazan, un joven mago al que no le sale
ningún truco, se embarcarán en una aventura que les cambiará totalmente.
Sueños de Piedra es una novela que
tenía muchas ganas de leer. Tal vez la premisa de “príncipe y plebeya que
chocan” sea un poco típica, pero Iria y Selene hacen de un acto tan simple la
novela más realista que he leído jamás.
Y digo realista porque, a pesar de
tener lugar en la época medieval, todo lo que ocurre en este libro se adapta
perfectamente nuestra época actual. Las autoras tratan temas actualmente
polémicos sin tapujos: el mero hecho de que la novela esté destinada a un
público lector joven no les hace omitir detalles ni maquillar la realidad.
"Ese es el argumento que todos los hombres utilizáis cuando no encontráis nada más que reprocharnos: Sólo eres una mujer."
Iria y Selene se mantienen en la
línea de hacer a los personajes más redondos y reales que puedes encontrarte.
La evolución de Lynne y Arthmael es impresionante, tanto individualmente como
en conjunto. Son personajes de esos que se te clavan en lo más hondo y nunca
olvidas, de los que manejan la historia en vez de que la historia les maneje a
ellos.
La trama avanza con ligereza, aunque hay algún
que otro trozo más denso, y como ya he dicho antes, son los personajes los que
conducen a la novela, no la novela la que conduce a los personajes. Las autoras
consiguen bordar el libro creando una trama inicial simple que se complica
conforme evolucionan los personajes. Tiene un principio tan cómico que engancha
desde la primera frase.
"-A ver si me queda claro: le vais a dar mi corona a un bastardo?"
Me he convertido en una verdadera
fan de la forma de escribir de estas dos autoras. El libro no se me hizo pesado
aun teniendo una cantidad considerable de páginas, y me sumergió de en la
historia, como si formara parte de ella. Iria y Selene consiguen que empatices
con los personajes.
Sueños tiene capítulos que son
verdaderas flechas disparadas directamente al corazón del lector, que sacan
lágrimas y desgarran el alma, que no puedes leer del tirón sin sentir desde
odio hasta felicidad.